El presente texto, realizado por Fernando Dorado, hace parte de la serie "reflexiones sobre un Nuevo Proyecto Político en Colombia", artículos que recogen el espíritu y contenido de los debates desarrollados en el Encuentro realizado los días 14 y 15 de enero en la ciudad de Cali, con un grupo de jóvenes y algunos colaboradores veteranos.
Por: Fernando Dorado / Democracia en la Red
Nunca como ahora se necesita actuar colectiva y audazmente. La
humanidad enfrenta problemas de gravedad insospechada. El consumismo compulsivo,
adictivo y desaforado, promovido por la economía crematística –llevada a
extremos por el sistema capitalista– se ha convertido en una amenaza real para
la sobrevivencia de la civilización actual. Catástrofes de carácter global se
ciernen sobre nuestras cabezas. Una hecatombe ambiental, una guerra nuclear o
un desequilibrio virulento y generalizado en la salud de los humanos, son
peligros inminentes que han sido previstos por la ciencia, han mostrado sus síntomas
evidentes y refuerzan la posibilidad de su ocurrencia próxima y letal.
Es por ello que un grupo de personas nos hemos organizado para
actuar. Queremos un mundo mejor para las nuevas generaciones. Nuestra propuesta
es construir un Nuevo Proyecto Político NPP que confeccione una visión
universal frente al reto que tenemos. Que elabore un ideario global y humano a
partir de los problemas concretos y locales que sufrimos en ciudades y barrios,
en campos y veredas, en comunidades y familias, en el mundo real y el virtual,
en continentes y países, en pueblos y etnias, en el género humano y todas sus
diversidades. No queremos actuar por actuar o protestar por protestar.
Aspiramos a ayudar a unificar al 99% de la población articulando las diferentes
y múltiples luchas de clase, culturales (nacionales, étnicas, religiosas, etc.)
y de género.
Planteamos un NPP porque no hemos encontrado el espacio adecuado
para realizar nuestro trabajo. Todos los partidos políticos alternativos existentes
representan intereses sociales sectoriales, son inmediatistas y no han roto con
la vieja política. Por tanto, no son garantía para unificar a las mayorías.
Podríamos intentar mejorarlos pero dicho camino ya ha sido intentado y ha
fracasado. Sin embargo, durante una buena fase de construcción y avance de
nuestro proyecto, impulsaremos un movimiento político que no compita con
ninguno de esos partidos. Nos proponemos interactuar con ellos y sus integrantes
en diversos niveles y acciones concretas. La crítica constructiva, la presión
política y el control social, nos permitirán construir espacios de acción
conjunta y, así, obtener logros parciales colectivos que nos ayuden a avanzar a
todos y a consolidar relaciones más estrechas y creativas.
Reconocemos la existencia de importantes luchas sociales, culturales
y políticas tanto en Colombia como en el mundo. Apreciamos enormemente los diversos
proyectos políticos que especialmente en España, Sur de México (Chiapas) y
Kurdistán (Rojava), se están construyendo con relativo éxito. Así mismo,
valoramos el trabajo realizado por los procesos de cambio y gobiernos
progresistas en América Latina que redistribuyeron una parte de los ingresos
estatales beneficiando –parcial y temporalmente– a importantes sectores
sociales empobrecidos por el impacto del capitalismo y de las políticas
neoliberales. Sin embargo, pensamos que hay que realizar un esfuerzo de mayor
calado e impacto frente a la fuerza sistémica del Capital, a los graves problemas
que aquejan a la humanidad y al movimiento inercial de una sociedad humana que
inconsciente y alegremente avanza hacia al abismo.
Por eso, hacemos un llamado a todas aquellas personas que deseen
luchar por un mundo mejor a que se relacionen con nosotros en igualdad de
condiciones. Convocamos a quienes se propongan recuperar la dignidad y el
respeto humano. Estimulamos a quienes estén dispuestos a re-pensarlo todo.
Llamamos a estudiar y debatir en medio de la acción y de la lucha. No nos
alineamos con ninguna corriente ideológica pero respetamos y nos alimentamos de
todas las ideas elaboradas por los más grandes pensadores existentes a lo largo
de la historia. Llamamos a superar la dicotomía entre izquierda y derecha
frente a las limitaciones que esas categorías tienen para el momento actual.
Buscamos la unidad por encima de rencillas y rivalidades históricas y
convocamos a quienes están decididos a actuar por sí mismos sin delegar su
poder constituyente en actores individuales. Creemos que sólo la acción
colectiva y consciente nos puede conducir a triunfos de alto contenido moral y
permanente.
En términos resumidos nuestra propuesta consiste en construir un
“movimiento democrático” que contribuya a unir –en diferentes fases y niveles–
a las mayorías sociales. La tarea es articular todas las luchas existentes, convocar
al debate a todas las corrientes de pensamiento crítico y, construir poder
político “desde abajo” sin renunciar a la lucha por contrarrestar, neutralizar
y controlar el poder del Estado, ya que es una herramienta muy importante que
utilizan los detentadores del poder global capitalista para destruir los
proyectos alternativos que amenacen su poder. Ello, mientras logramos crear, desarrollar
y fortalecer nuevas formas de “gobiernos de lo común” y construir economías
colaborativas que sean su sustento material y cultural.
Aplicando lo planteado a la situación de Colombia, presentamos las
siguientes propuestas para la acción inmediata sin renunciar a seguir impulsando
nuestra mirada de largo plazo:
1.
Construir un movimiento
político de nuevo tipo con todas aquellas personas dispuestas a re-pensar todo,
a re-crear las formas de acción política y a soñar con lo imposible.
2.
Trabajar para unir a todos los
sectores y partidos políticos que representan a las fuerzas sanas y éticas de
la Nación, que apoyen el proceso de la paz y que aspiren a derrotar en esa
contienda electoral a las fuerzas guerreristas y a todos los corruptos que
anidan en las diversas fuerzas políticas existentes.
3.
Contribuir en forma autónoma e
independiente con la conformación de una “convergencia democrática” (social y
ciudadana) para participar con un único candidato alternativo en las elecciones
de 2018.
4.
Luchar decididamente al lado de
quienes trabajen por la superación de la falsa polarización entre Santos y
Uribe.
5.
Impulsar propuestas viables y,
a la vez, transformadoras, que enfrenten los graves problemas que sufre nuestra
sociedad como la precariedad de las instituciones estatales (falsa democracia
corroída por la corrupción político-administrativa), la debilidad de nuestro
aparato productivo (principal causa de la precariedad laboral) y la destrucción
sistemática y violenta de nuestros recursos naturales (bosques y fuentes de
agua).
6.
Trabajar consistentemente para
que el gobierno que elijamos en 2018 (y los que a continuación sigan por la
misma senda), gradual y sistemáticamente, realicen transformaciones importantes
para ir resolviendo los graves problemas que nuestra población sufre en los
campos de la salud, educación, servicios públicos, arrasamiento y despojo de
sus territorios, precariedad laboral, ineficacia y distorsión del aparato de
justicia, y demás dificultades intrínsecas a un régimen oligárquico y
discriminatorio, mientras paralelamente se avanza a nivel global en la lucha
por superar el sistema capitalista.
Nota: Siendo consecuentes y coherentes con nuestra propuesta, afirmamos
que no estamos interesados en participar directamente en la actividad electoral
inmediata con candidatos (as) propios (as).
Ello no significa que no podamos apoyar –crítica y autónomamente– a
algún candidato (a) que consideremos que merece nuestro respaldo, siempre y
cuando esa acción solidaria contribuya con el desarrollo del movimiento y el
logro de los objetivos sociales y colectivos propuestos. Para esta fase de
lucha en Colombia llamamos a fortalecer el “frente social y político
anticorrupción” y unificar a todas las fuerzas sanas de la Nación.
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