Hace meses se rumora la alianza que harán Robledo, Fajardo y
Claudia López. Se hará alrededor del tema de la corrupción y podría lograr que
los sectores progresistas sean por primera vez en Colombia una opción real de
poder. Son muchas las contradicciones que tiene esta alianza, así como los
obstáculos que representan los egos de cada uno de los candidatos (nota del editor: desde esta casa, Democracia en la Red, sugerimos que Gustavo Petro y Antonio Navarro deben ser parte de dicha convergencia por el cambio en Colombia).
Por: Cristian Ortega / Al Poniente
Los ciudadanos cansados de la corrupción y el clientelismo
buscarán votar por alguien que confronte al establecimiento y es nuestra tarea
decidir si queremos que esa opción sea un gobierno de convergencia que incluya
los sectores progresistas o si vamos a dejar que ese deseo de cambio lo
materialice el Centro Democrático quienes vienen trabajando muy de cerca a las
comunidades y fortaleciendo su aparato de propaganda. Hay muchos que dicen con
orgullo que son del Centro Democrático y es porque ellos han hecho un
trabajo de base para que sus militantes se sientan orgullosos de su partido.
Necesitamos sumar a los que faltan, a ese 60% de colombianos
que no votan en favor ni en contra de nadie, que no creen en la política, y que
probablemente no han estrenado la cédula y se conforman con su situación casi
como si fuera un castigo divino. Repiten de manera incesante que no votan
porque “todos los políticos son iguales”. Llegarles a esos ciudadanos con el
discurso de la paz sería un error garrafal, sería permitir que sigan ganando
los mismos (los Lleras, Los Santos y los Pastrana).
Debemos llegar a los ciudadanos hablando de la corrupción, de la
esperanza que las cosas pueden ser de otro modo, que no todos “son iguales” que
no todos roban, a su vez que les hablamos de los derechos que les otorga la
constitución. Como progresistas debemos romper con la manera tradicional de
hacer política y con los viejos esquemas, no llegar hablando de izquierda o de
derecha sino de derechos. Los ciudadanos se ubicarán en el sector progresista
cuando se enteren que es un deber del Estado brindar Salud y Educación pública,
gratuita y de calidad.
Por este camino es que vamos a parar los pies al uribismo y vamos
a poder sacar adelante el proceso de paz, frenar al paramilitarismo y sacar a
mucha gente de la pobreza con los recursos que ahora son desperdiciados en la
corrupción.
En Colombia no podemos proponer un socialismo como el de Cuba
o el de Venezuela, sino una socialdemocracia como la de Uruguay, Ecuador,
Suecia, Noruega o Finlandia. Aliarse con el partido que surja de las FARC-EP
sería un suicidio, así como también sería un suicidio salir a proponer
un gobierno de izquierda, puesto que para el colombiano promedio ser de
izquierda es ser como Venezuela. Sería más adecuado preocuparnos por los
derechos sociales, políticos económicos y ambientales que por ejes ideológicos
derecha-izquierda.
En resumen: Convergencia, cambio de discurso, unidad, PAZ,
programa, Estados social, socialdemocracia o Barbarie
PD: En diferentes espacios he hablado sobre la necesidad de
construir un programa de gobierno, una alternativa de país, una propuesta
socialdemócrata y que debemos comenzar a construirla desde ya.
Nota del editor: desde este espacio, Democracia en la Red, sugerimos que Gustavo Petro y Antonio Navarro deben ser parte de dicha convergencia por el cambio en Colombia.
Nota del editor: desde este espacio, Democracia en la Red, sugerimos que Gustavo Petro y Antonio Navarro deben ser parte de dicha convergencia por el cambio en Colombia.
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