"Los obreros arrancan algún triunfo que otro,
pero transitorio siempre. El verdadero objetivo de estas luchas no es conseguir
un resultado inmediato, sino ir extendiendo y consolidando la unión obrera.”
Manifiesto comunista
Por: Felipe Pineda Ruiz / Tomado de la edición impresa No. 141 del Informativo CUT Bogotá-Cundinamarca.
El sindicalismo colombiano ha labrado un ciclo histórico
imborrable en la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores en el ámbito
nacional. Aquellos primeros albores, de este significativo movimiento en el
país, datan de mediados del siglo XIX cuando emergió la sociedad de artesanos
de Bogotá en defensa de los intereses de este gremio afectado, en aquel
entonces, por la importación de productos manufacturados procedentes del exterior.
Desde la actividad precursora de Raúl Eduardo
Mahecha entre los obreros petrolero con la fundación de la Unión Sindical
Obrera, USO, en 1923, pasando por el genocidio perpetrado por la United Fruit
Company denominado “la masacre de las bananeras” (1928), que se saldó con la
muerte de centenares de obreros, hasta la creación de la Confederación de
Trabajadores de Colombia en 1935 y la Unión de Trabajadores de Colombia UTC en
1946, se inauguró un ciclo ininterrumpido de conformación de confederaciones
obreras más sólidas y de carácter
verdaderamente masivo y organizado en el país.
Sin embargo, a pesar de la apremiante lucha de los
trabajadores colombianos por consolidar un movimiento obrero acorde al desarrollado
en otras latitudes, incluidos el existente en otros países latinoamericanos, no
fue hasta 1986 que emerge, en el panorama nacional, una central sindical fuerte
y con mayor autonomía de los intereses de los gobiernos de turno y del bloque
de poder dominante: la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, CUT.
Bajo la consigna “Central Unitaria de Trabajadores
CUT: democrática, clasista y progresista” la CUT es conformada originariamente
por la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, CSTC, un bloque
mayoritario de la UTC y fuertes federaciones y sindicatos independientes, la
CUT se convirtió en el paso más significativo de la historia del movimiento
obrero colombiano hacia la convergencia sindical al reunir, en el momento de su
creación, a casi el 80% del sindicalismo nacional, otrora dividido por el
sectarismo, la inacción y la sumisión ante las patronales y gobiernos de turno.
La crisis previa del sindicalismo colombiano, el proceso de confrontación a la
destrucción de las conquistas laborales y los derechos civiles amenazados en el
país, que inicia con el paro de 1977 se convierte, en aquel entonces, en la
ventana de oportunidad para unir a los sindicatos de distintos enfoques
conceptuales y prácticos y cristalizar así el anhelo de unidad del sindicalismo nacional por
medio de la creación de la CUT.
La conformación de la Coordinadora de Unidad
Sindical, en febrero de 1986, precipita aquel suceso crucial: los días 15, 16 y
17 de noviembre de ese mismo año tiene lugar el congreso de conformación de la
CUT.
Con la asistencia de 1800 delegados, pertenecientes
a 600 sindicatos de 45 federaciones, el congreso inaugural delibera, aprueba
sus estatutos, la declaración de principios fundacionales y elige su primer Comité
Ejecutivo[1].
Algunos de los ejes principales de aquella plataforma
de lucha fundacional de la central obrera más importante de la historia del
país, en lo que atañe al mundo del trabajo, fueron los siguientes: defensa de
las conquistas y derechos actuales de los trabajadores colombianos, mejoramiento
de sus condiciones de vida y de trabajo; solidaridad con los conflictos de los
trabajadores y las luchas populares; reforma laboral ; defensa de los derechos
de la mujer y la exigencia de una reforma laboral democrática[2].
La CUT, resultado de una transición exitosa hacia la
unidad y la confluencia, dio origen a un inédito conglomerado democrático deliberante
y sobre todo plural, cuya
conformación y dinámica interna es descrita apropiadamente por Luis Sandoval en
su libro “Sindicalismo y democracia: cambios en el movimiento. Nuevo enfoque de
la acción sindical” de la siguiente manera “todo el mundo es progresista en la
nueva central; tendencia general dentro de la cual el sector democrático,
liderado por Carrillo y Rodríguez (Abel) y conformado por sindicalistas de
procedencia liberal y conservadora, de influencia socialdemócrata o socialista
latinoamericana, o de izquierda democrática, o cristianos demócratas, va
cohesionándose alrededor de tesis
y de comportamientos que tienen que ver con la democracia sindical y la
democracia política”[3].
En esa fase de creación de la CUT, emerge una figura
que materializa el consenso interno: Jorge Carrillo, punto nodal de aquel proceso
de unidad sindical. Previamente, como Ministro de Trabajo, Carrillo se había
convertido desde su desempeño en dicha cartera, asumida durante el gobierno de
Belisario Betancur, en uno de los promotores de la convergencia obrera y del
desarrollo político del sindicalismo.
Por su papel desde el ministerio para alentar esta
unidad, Carrillo se convirtió en el primer presidente de la naciente CUT. Otros
líderes destacados, en aquella génesis, fueron Abel Rodríguez, Luis Alejandro
Pedraza, Isaías Tristancho, Orlando Obregón, Gustavo Osorio, Aída Avella, Angelino
Garzón, Hernando Velásquez, entre otros.
El contexto histórico-político en el cual nace la
Central Unitaria de Trabajadores es bastante convulso: el proceso de paz entre
el Gobierno de Belisario Betancur y las Farc; la etapa final de la guerra fría;
el auge de los carteles del narcotráfico y el paramilitarismo, que por vías de
hecho sembraron la semilla de la cultura patronal antisindical que hoy
conocemos, cobrando la vida, en aquel entonces, de centenares de miembros del movimiento obrero.
Paralelamente a esta serie de acontecimientos, la
CUT emerge en pleno auge del neoliberalismo, tesis política-económica que tuvo
en Friedrich Hayek (escuela austriaca de los años 20) y en Milton Friedman
(escuela de Chicago, años 70) a sus principales referentes teórico.
El neoliberalismo fue implantado como experimento
piloto por primera vez en 1973 en el Chile de Augusto Pinochet. Sin embargo no
es sino hasta los años ochenta cuando se consolida como proyecto durante los
gobiernos de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en Gran Bretaña.
En el
contexto colombiano, el proceso de implantación del neoliberalismo fue gradual,
los gobiernos de Alfonso López Michelsen, Virgilio Barco y Cesar Gaviria, pusieron
paulatinamente en práctica sus principales postulados: el desmantelamiento del papel
social del Estado mediante recortes presupuestales a la seguridad social; la
venta de los activos públicos a manos privadas; reducción de impuestos a las
grandes empresas; desregulación del sector financiero; despidos masivos y
aumento del desempleo; flexibilización laboral y reducción general del poder
adquisitivo y los salarios de los trabajadores.
Han pasado 30 años desde aquella coyuntura
tumultuosa en la cual la principal central obrera de Colombia surgió. Sin
embargo la turbulencia social, durante este periodo, en lugar de amainar
arreció aún más. La agudización del modelo económico, la desigualdad y la
destrucción del empleo pleno han llegado a índices históricos. Ejemplo de lo
anterior es la cifra decreciente de afiliados de la misma CUT que pasó de
1.200.000 en 1986 a 550.000 en 2016.
A pesar de su composición heterogénea la CUT,
durante sus 30 años de vida, se ha consolidado como el núcleo articulador
principal de la disputa entre los intereses del trabajo confrontados a los del
capital que tiene como eje central de confrontación la lucha por el pleno
empleo antepuesta a la precarización del mismo.
Como investigador del panorama de la lucha social,
ambiental y económica, nacional y global, recibí con profundo agrado la
propuesta que la dirección de la CUT Bogotá Cundinamarca me extendió para
narrar, por medio de crónicas y reportajes, a ser editados en las ediciones de
junio a diciembre del presente año, la historia de la agrupación obrera más
significativa del país.
La serie “CUT: 30 años de lucha por la paz, la
soberanía y la democracia en Colombia”, que aparecerá en las páginas centrales
del informativo CUT Bogotá Cundinamarca durante los próximos meses, será parte
de la celebración que tendrá lugar en el mes de noviembre del presente año.
Cada texto de la serie recapitulará, mediante
entrevistas y archivos históricos, la cronología de la central involucrando a
ex presidentes; exdirectivos; teóricos sindicales y actores fundamentales en la
formación y consolidación del
conglomerado sindical de tercer grado más cardinal de Colombia.
Algunos de los tópicos principales, que esta serie
de entregas mensuales incluirá, son los siguientes: el rol que las mujeres han
desempeñado en el crecimiento y consolidación histórica de la CUT; el cometido de
los jóvenes en el devenir de la central; el análisis y las conclusiones de los
congresos que la CUT ha realizado en estas tres décadas; el papel que han desempeñado los sindicatos en el
mejoramiento del buen vivir de los colombianos y los 16 años de historia de la
CUT Bogotá Cundinamarca. Larga vida al proceso de convergencia sindical
unitaria más exitoso de la historia nacional. ¡Viva la CUT!
NOTAS
[1] Breve reseña histórica de
la constitución de la CUT. Portal de la Central Unitaria de Trabajadores.
Fuente: http://bit.ly/21pLhfu
[2] Federación Colombiana de
Educadores (1987), congreso constitutivo de la Central Unitaria de Trabajadores
de Colombia, Bogotá.
[3] Sandoval M, Luis I. (1988): Sindicalismo y democracia: cambios en el movimiento.
Nuevo enfoque de la acción sindical. FESCOL, Bogotá, p. 108.
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